22nd November 2024

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Las enfermedades han matado a grandes líderes de la América Latina

Las enfermedades han matado a grandes líderes de la América Latina

Personajes de la vida política, social y con liderazgo en América Latina murieron por alguna enfermedad fatal que no pudieron evitar o curar.

No fueron asesinados, tampoco emboscados o envenenados. Simplemente murieron por alguna enfermedad aguda o crónica.

En la lista aparece Fidel Castro Ruz -murió de  diverticulitis;  infección en el intestino grueso (Colon).

La misma enfermedad sufre Jaime Rodríguez “El Bronco”, ex gobernador de Nuevo León y encarcelado en la prisión de Apodaca por presunto desvío de recursos públicos.

El “Che” Guevara sufría asma

El asma fue uno de sus grandes problemas de Ernesto “Che” Guevara en  su vida cotidiana y en las grandes caminatas con los guerrilleros cubanos que arribaron de forma clandestina a Bolivia.

Uno de los grandes combates librados por Ernesto Guevara de la Serna no fue precisamente con las armas en la mano en un escenario, sino contra un mal que lo aquejó desde su niñez: el asma.

El asma no le impidió practicar deportes, estudiar, combatir en condiciones muy difíciles o realizar labores productivas.

Significativa resultó la voluntad del “Che” ante esa dolencia, que padecía desde los dos años de edad y que pudo haber sido una limitación en su existencia.

Según una anécdota de su padre, en una oportunidad contó el temor que sentía porque el hijo practicaba el rugby, deporte muy violento y que algunos médicos le habían advertido el peligro que constituía para su vida, puesto que era posible que su corazón no resistiera tal carga.

El asma no fue obstáculo para que el joven Ernesto Guevara emprendiera solo un extenso recorrido por distintas provincias de Argentina, y después, en unión de su amigo Alberto Granados, por varios países de América Latina.

Tampoco resultó una limitante para que en 1956 formara parte del grupo de expedicionarios cubanos que retornó a Cuba, procedente de México, con vistas a continuar la lucha contra el régimen dictatorial imperante en la nación antillana.

Una anécdota del Che afirma que el momento de mayor peligro en su etapa como combatiente revolucionario en Cuba fue cuando la falta de aire le imposibilitó moverse del lugar donde se encontraba, en la Sierra Maestra.

El Sub Comandante Marcos

El Sub Comandante Marcos, uno de los fundadores y principal líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es uno de ellos o ellas.

A Marcos lo intentaron asesinar o detenerlo en varias ocasiones: en comunidades de la Selva Lacandona o en los Altos de Chiapas cuya cabecera es la colonial San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

Todo intento de asesinarlo o detenerlo vivo fracasaron, sólo el cáncer logró su muerte.

El gran líder zapatista (había nacido en Tamaulipas) sufrió durante dos o tres años cáncer de pulmón.

El 26 de julio del 2012, se conoció su deceso en voz de don Luis H. Álvarez, en ese momento la voz de Marcos se escuchaba en varios países de Latinoamérica.

Recuerdo varias platicas que fundadores del movimiento guerrillero cubano que lucharon en la Sierra Maestra al lado de Fidel Castro. Me preguntaban, en La Habana: ¿Juan, quien es Marcos?

Trabaje como periodista y político las regiones en donde Marcos se movía, pero fue unos 10 años antes de que apareciera. Cercanos al EZLN me decían que él me había visitado en las oficinas de la revista Ámbar, jamás lo he podido comprobar.

Una anécdota, ¡los narizones!

Platico una de tantas anécdotas que me sucedieron en el extranjero cuando apareció el Sub Comandante Marcos.

El 1 de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional apareció en  San Cristóbal de las Casas, Chiapas, de forma sorpresiva. Yo vivía en La Habana, Cuba, como corresponsal de la agencia Notimex en el Caribe con base en la capital cubana.

Al día siguiente (2 de enero de 1994) recibo, tan bien sorpresiva, una llamada en el departamento en donde vivía del edificio conocido como el FOCSA.

Era un amigo que trabajaba en la Presidencia de la República, aún con sus oficinas en Los Pinos, en donde despachaba el presidente Carlos Salinas de Gortari. Sin permitirme hablar, me fusiló con una pregunta:

“Juan, tú eres Marcos”, me soltó con voz firme y segura.

Y aún más: “En los Pinos tú nombre está en una lista, tú eres el tercero”.

Me argumento: “Hay tres elementos que la Presidencia de la República está tomando como válidas para afirmar que tú eres Marcos: La forma de hablar, la forma de escribir y la nariz pronunciada.

Cuando hizo mención de los narizones no pude aguantar la risa y le respondí.

Amigo, dile al Presidente Salinas, al secretario de Gobernación González Garrido y demás presuntos delatores que no he viajado a México en un año.

Y rematé.

Me hubiera gustado ser Marcos, pero para mí desencanto o desilusión, no soy Marcos.

Colgué.

   

Multimedios Ámbar

Al pie del Cañón

RunRún

Fuente: Datos personales.

Edición: Juan Balboa.

19 de marzo 2021.

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