Medio siglo de la Teología de la liberación, la teología de los pobres
La ‘Teología de la Liberación´ que inició una corriente renovadora que enriqueció, desde 1971, el concepto de lo que representa una teología, poniendo el foco en “la opción preferencial por los pobres”.
El concepto de la ´Teología de la Liberación´ nace interior de la Iglesia católica de América Latina y proponen una nueva manera de hacer teología teniendo en como ente principal a los pobres, los marginado y todos aquellos a quienes se violan sus derechos humanos.
La teología, aseguran sus fundadores como una reflexión crítica de la praxis histórica es así una teología liberadora, una teología de la transformación liberadora de la historia de la humanidad y, por ende, también, de la porción de ella –reunida en la Iglesia- que confiesa abiertamente a Cristo.
“Una teología que no se limita a pensar el mundo, sino que busca situarse como un momento del proceso a través del cual el mundo es transformado: abriéndose -en la protesta ante la dignidad humana pisoteada, en la lucha contra el despojo de la inmensa mayoría de los hombres, en el amor que libera, en la construcción de una nueva sociedad, justa y fraternal al don del reino de Dios”, así lo describe el fundador y padre de la corriente el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez,
La ´Teología de la Liberación´ tal como la formularon Leonardo Boff, Frei Betto, Clodovis Boff, Hugo Assmann, D. Tomas Balduino y el Arzobispos brasileños Helder Câmara y el obispo Pedro Casaldaliga, y tantos otros conocidos y menos conocidos, y comparten su crítica ética y social del capitalismo y su compromiso por la liberación de los pobres.
Otros obispos fueron Helder Cámara, cardenal Aloysius Lorscheider, Leonidas Proaño y Camilo Torres.
Dos eventos previos que influyeron en la teología de la liberación fueron el Concilio Vaticano II, que entre 1962 y 1965 reunió a representantes de la iglesia universal, y la conferencia de Medellín de 1968, de enorme impacto entre los miembros del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Reformas del Concilio Vaticano II: El Concilio acercó la Iglesia católica a los fieles de a pie y a los pobres, e influyó en el activo desarrollo de un pensamiento teológico. Entre sus reformas más notorias están:
El Concilio marcó un retorno a las fuentes del Evangelio y abrió las ventanas de la Iglesia al mundo contemporáneo.
La teología de la liberación es el resultado, no el inicio, según el obispo emérito de Chiapas, Samuel Ruiz
Corría el año 2002 cuando los europeos se despertaron con una declaraciones del obispo emérito de San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México), Samuel Ruiz: “Europa tiene una idea equivocada de la denominada Teología de la Liberación porque ésta «es el resultado, no el inicio», de un trabajo pastoral por la justicia, por defender la opción de los pobres.
j’Tatic (padre) Samuel Ruiz García se encontraba en Madrid participando en el XXII Congreso de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, y dejo perplejos a los europeos cuando dijo que en viejo Continente que la teología de la liberación se explicaba de otra manera.
“Se afirma que es marxista, cuando la realidad es que «la teología es lo último, porque lo primero que hacemos en el continente americano es responder ante la realidad». expresó sin cortapisa.
Durante un encuentro con la Asociación de Periodistas de Información Religiosa (APIR), el obispo titular de Chiapas explicó que «si me encuentro a un hombre dando patadas a un niño y le va a matar me pongo a pensar con qué tipo de teología debo hablarle…?, cuando termine de pensarlo ya le mató…».
Y como si escribiera en una lápida, el obispo Samuel Ruiz rubrico: “El que elige el mundo de la pobreza entra en conflicto con los que poseen la riqueza…, pero «la fidelidad de la Iglesia al Evangelio se mide por la relación que tiene con el mundo de la pobreza estructural, de la justicia».
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Al pie del Cañón
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Fuente: Diversas fuentes religiosas.
Edición: Juan Balboa.
13 de noviembre 2021.