Agencias, Ciudad de México.-
La telemedicina es la prestación de servicios de medicina a distancia que mediante el uso de tecnologías de la información (TIC) permite diagnosticar, monitorizar y tratar a pacientes de forma remota como la transmisión de imágenes y datos médicos a través de largas distancias por medio de señales electromagnéticas. Sus orígenes se remontan a la década del 60, cuando fue desarrollada para conectar a los pacientes que viven en zonas remotas a los médicos que trabajan en zonas urbanas y fue evolucionando hasta llegar a ser parte de la vida cotidiana clínica en México y en el mundo, con un uso y relevancia notablemente acentuada en tiempos de pandemia e independiente de la lejanía al centro médico.
Pese a que su auge fue contemporáneo a los inicios de Internet en la década del 90, en el 2020 a raíz de las medidas de aislamiento que nos impidieron movilizarnos a la mayoría por prevención debido a la pandemia, volvió a tener un pico de utilización impensado hasta el momento.
Hoy en día, ya popularizada, constituye una alternativa real para la atención de los pacientes en el país, ya que asegura la atención médica a la población que por su ubicación geográfica tiene dificultad para acceder a los servicios de salud o bien por los riesgos sanitarios que implica el movilizarse.
La Resolución sobre Cibersalud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2005, permitió el uso de las TIC en la salud. Sus autoridades establecieron planes a largo plazo para el crecimiento de los servicios de E-salud. Se pretende que México llegue a la capacidad asistencial que establece la OMS, la cual recomienda tres médicos por cada 1.000 habitantes. En México, hay 2.4 médicos por cada mil habitantes, el promedio de los países de la OCDE es de 3.4 médicos.
La expectativa planteada en 2019 planteada para este año por Instituto de Seguridad Social y de Servicios de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), precursor de las TICs en el país, es reequipar con 174 sistemas de teleconsultas, alcanzando así los 355 a nivel nacional.
El cuidado virtual de la salud es y continuará siendo un agente de cambio obligado
La pandemia de coronavirus ha impactado negativamente en muchísimos aspectos. Pero al momento de tener en cuenta los sectores beneficiados, uno que se destaca significativamente es la digitalización de la salud. La Covid brindó un impulso en el área de salud para garantizar mejores servicios a los pacientes a menores costos a través del uso de tecnologías de información (TICs).
En lo que respecta a las actividades en telemedicina en México se contabilizaron 119,935 actividades de telemedicina durante el periodo de enero a diciembre del 2019. Lo realmente sorprendente fue el año de la pandemia donde el total de acciones de Telesalud correspondientes al período de enero a noviembre de 2020 fue de 5,741,033 en 20 entidades federativas. En cuanto a las teleconsultas en 2019, se reportaron un total de 126,785 mientras que, en 2020, el número descendió a 113,219 teleconsultas durante enero a noviembre de 2020, pero si se suman las interconsultas a distancias por Covid, el número de consultas de telemedicina asciende a 275,972, un 217% más que el año anterior. Se evidencia claramente como la contingencia ocasionada por el Coronavirus fue un catalizador de la digitalización de los servicios de salud que se volvieron prioridad en estos tiempos de adversidad.
En el mundo el uso de la telemedicina ha aumentado a una tasa de adopción del 70,5%. Hoy hay más de 2,500,000 aplicaciones de salud que están siendo utilizadas por los pacientes en todo el mundo.
Se estima que el valor de mercado global de la telemedicina sea de más de $75 billones para el año 2021, aumentando a una tasa compuesta anual del 30% en el período de pronóstico 2018 a 2030 en el mundo.
En América Latina, el mercado de la telemedicina, valorado en más de 1.5 mil millones de dólares, crecerá a más del 20.5 % anual entre el año 2020 y el 2026, un comportamiento impulsado en gran medida por la pandemia de COVID-19 pero que va a trascender la pandemia.
El empleo de la telemedicina es fundamental para todo el sistema de salud en general, ya que optimiza al máximo el uso de recursos, permite al sistema de salud ahorrar millones de dólares al año al mismo tiempo que beneficia a miles de pacientes. Tanto en México como en otros países el déficit de especialistas se vuelve un obstáculo cada vez más grave, por lo que resulta necesario incorporar esta modalidad para acercar a especialistas en salud y mejorar los procesos de atención y cuidado, beneficiando no solo a pueblos alejados de la ciudad sino también a todo el sistema en su conjunto, generando mayor igualdad social lo que en definitiva es clave para el crecimiento y desarrollo económico de cualquier nación.