23rd November 2024

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Agence France-Presse / Tokio, Japón.- La fiscalía japonesa pidió casi tres años de cárcel para dos estadounidenses juzgados en Tokio por ayudar al exmagnate del automóvil Carlos Ghosn a huir de Japón a fines de 2019 cuando estaba en libertad bajo fianza.

Los fiscales solicitaron una condena de dos años y 10 meses de prisión para Michael Taylor, de 60 años y exagente de las fuerzas especiales estadounidenses dedicado a la seguridad privada, y una condena de dos años y medio para su hijo Peter, de 28 años.

Sus abogados pidieron de su lado que las condenas queden en suspenso. El veredicto se conocerá el 19 de julio.

«Michael Taylor… jugó un papel principal. Su responsabilidad es extremadamente grave», dijo uno de los fiscales, que calificó la fuga «sin precedentes» de Ghosn en diciembre de 2019 como un «delito sofisticado y audaz».

«El caso vulneró considerablemente la justicia penal de nuestro país», añadió.

Durante la primera audiencia del juicio el 14 de junio, los dos acusados no habían cuestionado los hechos.

Los Taylor fueron arrestados en mayo de 2020 en Estados Unidos con órdenes de detención emitidas por Tokio. Tras agotar todos los recursos, fueron extraditados a Japón en marzo para ser juzgados.

El 31 de diciembre de 2019, Japón se despertó con la noticia de la huida a Líbano de su acusado más famoso, Ghosn, el destituido exjefe de Nissan, Renault y su alianza automovilística.

Hasta entonces Ghosn estaba en libertad bajo fianza a la espera de su juicio por presunta mala praxis financiera y tenía prohibido salir del país.

Michael Taylor, de 60 años y exagente de las fuerzas especiales estadounidenses dedicado a la seguridad privada, y su hijo Peter, de 28 años.

«Lleno de remordimientos»

Los Taylor, que en una audiencia el martes dijeron que lamentaban «profundamente» sus actos, volvieron a pedir disculpas ante los jueces este viernes.

Si ayudaron a Ghosn, «no fue por dinero», aseguró Michael Taylor con voz temblorosa, vestido con traje oscuro y camisa blanca. «Estoy lleno de remordimientos, lo siento», afirmó.

«Pido disculpas al pueblo japonés, y lamento profundamente mis actos», declaró su hijo Peter.

Según los investigadores, los Taylor recibieron del lado de Ghosn 862.500 dólares para preparar la operación, y luego el equivalente a 500,000 dólares en bitcóins para pagar sus gastos de abogados.

Michael Taylor, que sufre ataques a su familia en Líbano, fue contactado a mediados de 2019 por el entorno de Ghosn, que lo había convencido de que el magnate era torturado en Japón, que las acusaciones en su contra eran injustas y que temía morir en prisión.

Michael Taylor se propuso entonces «salvar» a Ghosn, pero sin exigir nada a cambio, según su abogado Keiji Isaji.

La evasión tuvo lugar en circunstancias rocambolescas: Ghosn se ocultó en una gran caja con equipamiento de audio para evitar los controles en el aeropuerto de Osaka (oeste de Japón), que en esa época no se practicaban para las valijas de pasajeros de un jet privado.

Ghosn llegó a Beirut vía Turquía. Desde entonces, el franco-libanés-brasileño vive en ese país de Oriente Medio fuera del alcance de la justicia japonesa, ya que Líbano no extradita a sus ciudadanos.

La huida de Ghosn no impidió que el año pasado se abriera un juicio penal en Tokio sobre decenas de millones de dólares en indemnizaciones diferidas que el jefe de Nissan iba recibir cuando se jubilara, pero que no se mencionaban en los informes bursátiles del grupo.

El estadounidense Greg Kelly, exresponsable jurídico de Nissan que fue detenido el mismo día que Ghosn en noviembre de 2018, es ahora el único en el banquillo de los acusados ya que Nissan está siendo juzgada como persona jurídica.

Kelly se enfrenta a hasta diez años de prisión en este juicio cuya última vista está prevista en julio. Nissan se ha declarado culpable.

En febrero, un tribunal de Estambul condenó a más de cuatro años de prisión a tres ciudadanos turcos en el caso de la fuga de Ghosn: un ejecutivo de la empresa turca de alquiler de aviones privados MNG Jet y dos pilotos. Otros cuatro fueron absueltos.

Otro presunto cómplice de la fuga, George-Antoine Zayek, un hombre de origen libanés que había ayudado a los Taylor en Japón, permanece prófugo.

Con información de Hiroshi HIYAMA y Shingo ITO.

Un hombre frente al tribunal del distrito de Tokio, donde se encuentran el exagente de las fuerzas especiales estadounidenses Michael Taylor y su hijo Peter, el 14 de junio de 2021.

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