15th November 2024

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Sus fuentes fueron cuentos populares, desde la Antigüedad hasta la Edad Media, de Escandinavia, Alemania o Grecia. Leyendas, hechos reales y fenómenos naturales también sirvieron de inspiración al popular escritor danés. Entrelazó con éxito los más variados temas e influencias para crear cuentos que se siguen leyendo hasta hoy. Nació en 1805 en el seno de una familia muy humilde. Pocas personas saben que Andersen también escribió poemas, dramas, novelas y diarios de viaje.

A Andersen le gustaba mucho viajar, sobre todo a Alemania, donde vivían sus amigos y mecenas Friederike y Friedrich Anton Serre y donde se dio a conocer antes de alcanzar la fama en su propia tierra natal. Andersen murió a la edad de 70 años en Copenhague como un autor conocido internacionalmente. En la casa donde nació, hay un museo adjunto, que fue hasta hace poco un lugar de peregrinaje para los amantes de su historias. Este 30 de junio de 2021, se inaugura un museo en su honor en su ciudad natal, Odense, el «H.C. Andersens Hus».

Más de 5,000 metros cuadrados

La historia de su vida se mostrará aquí de manera novedosa, y el mundo de Andersen cobrará vida a través de los sentidos. El paisaje, la arquitectura y el diseño moderno se entrelazan. El «H.C. Andersens Hus» fue diseñado por el arquitecto estrella japonés Kengo Kuma y su equipo, quienes también son responsables del nuevo Estadio Olímpico de Tokio. Los más de 5.000 metros cuadrados invitan a sumergirse en el mundo de Andersen. Dos tercios del museo son subterráneos, y encima se halla un jardín de cuento de hadas.

La intención del arquitecto japonés Kengo Kuma y su equipo no es «comunicar sobre Andersen, sino como Andersen», según el comunicado de prensa del museo. La naturaleza exterior y el mundo interior del museo se comunican entre sí. En el edificio del museo subterráneo, por ejemplo, se puede ver el cielo a través de un lago artificial, como en la sirenita del cuento.

El «Jardín Mágico», diseñado por arquitectos paisajistas, está insertado en el paisaje urbano de Odense y está destinado a convertirse en un espacio público. Se supone que los colores, las plantas y los olores le aporten «conflicto entre la armonía y el caos», como en los cuentos de Andersen. Las zonas inundadas de luz se alternan con árboles extraños o setos cortados en ángulo recto: lo encantador junto a lo siniestro, típico en la narrativa del autor danés.

Doce artistas internacionales han creado obras exclusivas para el interior del museo. La autora danesa Kim Fupz Aakeson y su colega estadounidense Daniel Handler, alias Lemony Snicket, apuestan por varias experiencias auditivas. La compositora Louise Alenius inerpretó musicalmente los cuentos «El ruiseñor», «La reina de las nieves», «El patito feo» y «La sirenita».

Inspirada en la golondrina del cuento de hadas «Pulgarcita», Veronica Hodges creó una enorme instalación de papel. Otro artista, el brasileño Henrique Oliveira, colocó una enorme instalación con un árbol, inspirada en el cuento «El yesquero». El artista y director de cortometrajes Timothy David Orme, por su parte, invita a realizar un recorrido cinematográfico de animación por el mundo fantástico de Andersen.

El escritor nunca se vio a sí mismo como el «tío de los cuentos de hadas». Para él era importante que los elementos socialmente críticos o satíricos de sus cuentos, que incorporó conscientemente para  lectores adultos, tuvieran un papel propio. Por eso no es de extrañar que el museo cuente también con una zona infantil. Se trata de un estudio llamado «Ville Vau», donde los niños pueden participar en talleres y desahogarse creativamente, y puedan experimentar con los motivos de sus cuentos de forma lúdica.

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