21st November 2024

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Los avances tecnológicos siempre han buscado priorizar el bienestar de los seres humanos en diferentes ámbitos. Intentando alcanzar este objetivo se ha llegado a crear robots para saciar los deseos sexuales.

Piratear un robot sexual podría ser incluso más fácil que obtener acceso a la computadora portátil o el teléfono de alguien

Estos androides cada vez son más apetecidos en diferentes regiones, principalmente en los países asiáticos, en donde han llegado a montar burdeles para quienes deseen cumplir sus fantasías con máquinas que funcionan con inteligencia artificial.

Sin embargo, se ha desatado toda una polémica en redes sociales luego de que en el diario inglés ‘Daily Star’ se entrevistara al australiano Nick Patterson, doctor y profesor en seguridad cibernética.

Según el experto, este tipo de dispositivos, al estar conectados directamente a la web, son sencillos de ‘hackear’. “Piratear un robot sexual podría ser incluso más fácil que obtener acceso a la computadora portátil o el teléfono de alguien”, asegura.

Lo más preocupante no es solo que logren acceder a la tarjeta de memoria del robot, sino que, según Patterson, el ciberdelincuente podría llegar a tener el control de sus extremidades como sus brazos y piernas. Esto le brindaría la posibilidad de atentar en contra de su dueño.

“Una vez que un robot es pirateado, el delincuente informático tiene el control total y puede darle instrucciones al robot. Podrían usarse para realizar acciones físicas en un escenario ventajoso o para causar daño», aseveró el científico australiano.

De acuerdo con el informe ‘Our Sexual Future With Robots’ (‘Nuestro futuro sexual con robots’, en español), realizado por la Fundación para las Consultas sobre Robótica Responsable, hasta el 2017 no era posible saber cuántas personas tenían robots sexuales dado que las empresas que los fabrican no proporcionan datos sobre sus ventas.

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Al pie del Cañón

Juan Balboa

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